Una constelación de presencias acompaña la deriva al universo interior de “El ojo peregrino”Ed. El Mono Armado "2008. María Chapp constructora de su propio cielo, entona su magnificat. Entre los primeros, un poema al parto, un homenaje a la esencia femenina, protagonista del vuelo. María viaja por diversos canales del conocimiento y encalla en algunos puertos alternativos a la hora de establecer enclaves religiosos.Del almacigo surrealista surge el poder de la imagen onírica más que como un movimiento cultural como un derecho a la libertad del mundo subjetivo...a la expresión de lo imaginario.Es un camino de escape a los límites impuestos a la conciencia y a la vida cotidiana. Para el artista es un recurso para ordenar el caos interno y encontrar alguna pista del tan anhelado espíritu de armonía.
sueño y tomo del sueño
guijarros senderos.............
ángeles tejen con tu cabellera
ritos del vértigo azul
tejen y tejen con tu respiración
los secretos telares del mundo.
La escritura de María manifiesta los paisajes de la psiquis poblada de imagenes-guias del ritual de la navegación. El hilo del telar celebra cuando encuentra las hebras a enlazar. Su primera ciudad invisible es el ojo que mira y peregrino deambula a lo largo y ancho del presente y el pasado,por límite, su "ración de mar”.
Es el ojo que anda por el camino del texto desanda la memoria y repara con la palabra.
supuran viejos estigmas
me limpio de mentiras
lavo en mi cabellera
vestigios de batallas
sortilegios
saberes marchitos
Cuando se aproxima a lo salvaje , es la niña , la madre y la vieja. Construye un regazo femenino instalando señuelos que le permiten retornar cada vez que es necesario y fundar puentes de acceso libres del tiempo real. Se atreve a tierras donde encuentra lo prístino, lo cristalino y retorna al mundo aéreo en busca del ansiado Simurg.
limpiar los mares del veneno
no más ofrendas a la deidad amarga........
en marzo he sido vieja
celebra la memoria
alboroto de cenizas
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travesía del ojo peregrino
hasta que soporte la luz
El viaje parte de su centro subjetivo y se expande a las provincias creadas por literaturas, apartados de miradas distintas, lugares ocultos, reservados, casi impenetrables ... de allí extrae un agua amniótica , que fluye de la fuente de su propia experiencia, de su percepción personal,su dimensión esotérica .Dice Margarita Yourcenar “Las vidas pueden ser bellas por diferentes razones,por su abandono o por su firmeza.Hay vidas melódicas,igual que hay vidas esculturales.Unicamente la música, como algunas de las fugas de Bach o de las sonatas de Mozart,me parece capaz de expresar tanto fervor, sosiego y facilidad.”
cuando me visita
lo sabido de mí
se torna exiguo
fragmentos dispersos
en la vastedad
mi huésped me abraza
y este pequeño yo
se expande
en su manto de luz
se disuelve
La zona espera la visita de un huésped, al llegar se detiene en el umbral y observa con deliciosa parsimonia, mientras toma al “yo” y lo convierte en luz, abre sus pétalos, uno a uno, e incita al intranauta a abordar la costa de la palabra.
el día espera
el lápiz no está quebrado
cada cual tiene derecho
a su maravilla
Ojo manso que todo lo vé en la dorada pantalla del cerebro aventura al navegante en el océano. Nombra el vehículo místico y establece un paralelo entre los meridianos geográficos y cerebrales.
La mente cartesiana se libera y reclama su libertad subjetiva.
latitud cero anillo ecuatorial
gira como un derviche
por el vórtice va hacia la esencia
En esta deriva melodiosa crea dimensiones en las que un ojo que todo lo vé en Braile lee el gigantesco barco Buenos Aires. Va en busca de huellas hacia lo tangible: El amor por Gala, la perra sagrada de los dias, puente hacia esas otras dimensiones donde el lenguaje es la vara dotada del poder transformador del mundo invisible, para cargarlo de atributos que la acompañen en la travesía.
;">tanta verdad en tu hocico
misericordia en tu mirada<
La palabra construye mundos,los inventa,los edifica, los colma de atributos y colores, de bellos refugios y construcciones expandidas.
El poeta se aferra al universo natural como a un barco en la tormenta. Rosa Machado