Ostras Sismos el librode artista de LucreciaCoscio. Su contenido nos lleva hacia un códice hermético relacionado con algo sagrado , porque habla de la integridad humana y permanece rodeado de misterio,algo terrible que sucedió, pero que todavía no fue relatado por la historiay significóprofundo sufrimiento arrasando muchas vidas. Para los que no lo vivieron directamentees algocasi ficcional,cercano y lejano a la vez, incomprensible. Sólo los sobrevivientes con sus recuerdos desgarrados y la condena a la confusión aberrante de los implicados puede armar eltestimonio de la memoria.
Es coherente que se sostenga en un rolloporque este antiquísimo formato del libro generalmente sostiene textossagrados que se usan en las sinagogas o se encuentran en tinajas en el Mar Muerto y son textos relacionados con el misterio. Configuramos el destino dependiendo de las fuerzas de bendición o destrucción que nos alcanzan por mediode las experiencias vividas, estas se dibujan en la palabray en la intensión de las emociones expresadas.Esta experiencia literaria es un homenaje a los desaparecidos, exiliados, torturadosquerozaron a la autora en la confusa infanciacon impresiones que no encajaron en su discurrir. Recupera esa vozy devela huellasde situaciones que luego serán fragmentos en el rompecabezas que armará en la adultez.Enel umbral del agujero de gusano al que ella nos invita, viajamos a un tiempo rústico en el queno se estáa salvo de la crueldad.
He querido atravesar este librosólo a través del lenguaje, sin indagar en la vida de la autora. Sumergirse en la palabra y dejar que hable como un oráculo, con el propósito de alcanzar la luz que promete,aun en el hermetismodel fluir poético. Palpé señales .Encontré el canto al temblor del desterrado, el ostracismo,pero del que va hacia adentro y encuentra una concienciaque no lo nutre para vivir la plenitud, pues allí están los gérmenes del rechazo, el destierro, el laberintoen que se teje la existencia. La infancia testigo escuchó fragmentos, percibió sombras, indicios no vividos, que marcan una sensación deabsurdo en las acciones que llamamos históricas, pues esta, aun no está escrita yprovocan una mirada distanteque no se involucraaunquedistinga sus marcas en la vida misma.
Tal vez desdeel gólgota del propio universo podemos salir al universo todo y regenerar el oscuro tapiz
“apenas lo devora un enorme sollozo/ recoge las partículas del deseo/en el lento espiral/del tornado de ladolescencia/desear morir/ puede ser una manera/ de implorar la vida./Temo a los acantilados;/es inconfesable/sufre una carencia total de motivo.”
Una elegíaca dulzura nos seduce al peregrinar los sentimientos de esta
búsqueda lírica, es su construcción gramatical, compleja, pero se desliza por su
propia senda sin tropiezos esbozando cantos enaletecedores con la palabra.
Abrir la boca durante los cánticos
puede salvarnos de los infiernos
…………….
¿Señor que duermes ?
Si esta noche no comemos….
Danos algo de creer
Y cuando alude a la presencia mítica
Contra toda naturaleza,
queremos despertarlo.
Contra la década del silencio
queremos respirarlo.
Este libro es un secreto intencionado, difícil de abordar por su formato, con un relato hermético, dócil a la condición mental de la poeta pues ella sabe lo que dice, con semillas de sentidos que conviene volver a mirar: la partida, el abandono, la presencia de fantasmas y la infancia imprecisa. Se hace cargo de ir mas allá, de ir más lejos y poner a salvo la utopía.
Con estas expresiones especiales, que parecen productos del “hombre estético”, postmoderno, ocurre que algo nos tira de la falda y un tiempo oscuro se nos abalanza. Optamos entonces por sumergirnos en la trinchera de la poesía, mientras otros montan algún relato sobre lo que nos duele. En el trayecto, el lenguaje explora lugares y los repara en la memoria profunda de todos, el poeta trashumante es el único que puede hacer estos gestos de gracia, quizá porque posee el don de ligarse a la fuente y resarcir con ductilidad y empatía los dolores de muchos que al ser enunciados dejan aflorar belleza en el clamor.
"Son tantos los universos que esconde el universo"....Quisiera saber cual es la memoria que genera su médula, cómo me alcanza esta sed de infinito que percibo en el aire cuando canta, cómo este puente entre la melodía y las Ostras, geometría divina , obscenidad sublime, refugio ineluctable de la intemperie primigenia, lugar calcáreo del retiro, que quiebra lo inquebrantable antes de alcanzar su significado y se divide absurdamente en un siseo conmovedor para decir Sismos, el quiebre, el caótico derrumbe, la grieta , el temor y el temblor… es cuando la soledad dice la palabra “ostracismo”.
Quisiera saber cual es la memoria que teje su corazón, porqué las gallinitas del rey David, porqué “los hegemones” tocan su esencia. ¿Cómo descifrar el cielo de gorrión?
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